|
Proyecto de Salud“La población de México está viviendo más y con mejores condiciones de salud. La esperanza de vida al nacer pasó de 41.5 en 1940 a 74.3 en 2012. En el mismo periodo, se ha producido una reducción importante de la mortalidad en prácticamente todos los grupos de edad. Los avances en el estado de salud de la población se deben en buena medida a las mejores condiciones en que fas personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen. El progreso en la educación, el nivel de ingreso, la alimentación, las condiciones de la vivienda y del empleo y en la infraestructura pública – agua potable, drenaje, luz eléctrica – así como la mejora en el acceso a servicios de salud y la disponibilidad de nuevas tecnologías al alcance de una mayor población han propiciado una vida más saludable. No obstante, México aún tiene un largo camino por recorrer para lograr indicadores de salud similares a los de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”. Programa sectorial de salud 2013- 2018
El capitalismo todo lo erosiona, todo lo destruye, a todo pone precio, todo lo convierte en mercancía, para ellos, para los dueños del dinero todo puede comprarse, todo se vende. Para el poderoso nada importa la muerte de millones en aras de la ganancia, nada importa la vida ni la muerte en el planeta, nada importa sino perpetuar el dominio, nada importa si no es la acumulación. Desde arriba se nos impone una especie de amnesia colectiva queriendo que olvidemos nuestra historia que es como querer borrarnos de la historia a nosotros mismos, nos individualiza, nos hace ajenos, indiferentes, sordos al dolor ajeno porque eso garantiza el control que han ejercido sobre todo, pero ellos olvidan y nosotros hemos aprendido que es con millones de historias individuales como se ha construido y se va construyendo la historia colectiva, la de nuestro país, la de nuestro continente, que esas historias corren paralelas, que se cruzan y entrecruzan en múltiples momentos aún sin saberlo, distintas geografías, distintos calendarios que van siendo hermanados por el mismo dolor, por los mismos sufrimientos, por la misma miseria que se extiende día tras día y que intenta ser enterrada bajo toneladas de papel en el que los esbirros del poder escriben sus falsos discursos de progreso, de bienestar social, de democracia, pero los discursos oficiales, las cifras presentadas en los informes de gobierno no alcanzan a ocultar la realidad que se vive en este nuestro país y que no es sino un espejo de la inequidad, de las políticas de despojo , de empobrecimiento y de desprecio a los pobres que se extienden por América Latina en beneficio siempre del capital, pero también, y en contraparte, nuestro país es reflejo y parte de las luchas llenas de dignidad , de las resistencias que no solo se oponen a los procesos de despojo implementados en el campo y en las ciudades sino que construyen alternativas que contrarrestan la deshumanización capitalista, nuevas formas de relacionarnos anteponiendo la colectividad al individualismo, impulsando proyectos en los que la educación, la cultura, la salud son contemplados como derechos y no como mercancías, proyectos que cantan a la vida acallando los gritos del capitalismo que significan muerte y que van, como nosotros, tomando el destino entre sus manos, construyendo el futuro que merecemos, con paciencia, con constancia, con la convicción de que crear otro mundo sí es posible. Aún en este país, en el que la calidad de vida y, como parte de esta, la atención de la salud tienen una relación directamente proporcional con el ingreso, en este país en el que en hospitales y clínicas se aplica con escrupulosa meticulosidad el “tanto tienes, tanto vales” dejando en claro que la tecnología de punta, los médicos con mejor preparación, las mejores instalaciones son para quien puede asumir el costo, es decir, la salud convertida en una mercancía, en artículo de lujo inaccesible para quien no tiene recursos suficientes para pagar y por tanto, para la mayoría de la población, solo queda el conformarse con un sistema de salud sumamente deficiente y servicios observados desde el Estado como una limosna y no como un derecho, esta deficiencia en los servicios de salud tiene un grave impacto en la economía de las familias que deben recurrir a alguna de las diez mil farmacias que ofrecen consulta médica y que cubren ya al 24 por ciento de la población que requiere atención médica en el país, sin contar que, en ese mismo sentido, la mitad de gastos médicos que se hacen en México son cubiertos por el bolsillo de las familias. Situación que solo confirma que vivimos en un país de insultantes desigualdades en el que mientras que algunos sectores minoritarios y parásitos como los diputados y senadores o los funcionarios de gobierno perciben salarios cercanos a los 200 mil pesos mensuales (alrededor de 430 dólares al día) y cuentan con seguros de gastos médicos que cubren hasta 2 millones 900 mil pesos, más del sesenta por ciento de la población no sabe de mejoras salariales pero si sabe de hambre, de carencias, de exilios, de sacrificios porque cada una de esas familias debe distribuir mensualmente los 2103 pesos (135.6 dólares) que representan el salario mínimo en: alimentación, educación, transporte, vestido, vivienda y salud pensando solo en algunos de los satisfactores más importantes para vivir o para no morir. Y es que, mientras las cifras oficiales hablan de una disminución en las tasas de mortalidad en los años más recientes, lo cierto es que esos índices de mortalidad de madres y de niños menores a cinco años siguen siendo por causas previsibles o por enfermedades curables y que estas muertes se focalizan principalmente en las zonas más marginadas del país, zonas como Chiapas, el estado de México, Guerrero, Oaxaca o Puebla, aún más, las cifras oficiales reconocen que el acceso a los servicios médicos, de acuerdo a la distribución geográfica , beneficia al 81.7% de la población que radica principalmente en ciudades entendiendo como muy alto grado de acceso geográfico localidades que cuentan con centro de salud y/o unidad de hospitalización, mientras el 15.6% tiene algún grado de acceso y eso incluye localidades con acceso a servicios médicos en un radio de 2.5 km, finalmente el 2.8 no tiene ningún acceso geográfico a servicios de salud, sin acceso se refiere a localidades con acceso a más de 2.5 km de un centro de salud, este último porcentaje equivale a 3.2 millones de personas distribuidas en 57, 171 localidades. Aunque en las ciudades el servicio no es mucho mejor, si bien los servicios de salud pública se concentran en las ciudades aun en estas existen zonas de alta marginalidad, las distancias a cubrir son largas, los gastos de transporte que deben pagarse ante la carencia de ambulancias, la falta de medicinas o de equipo para el diagnóstico son reconocidos por el mismo Estado. El tercer reto es el uso de los recursos y la productividad de las unidades de salud del sector público. El equipamiento de dichas unidades con frecuencia no es el adecuado o es nulo y en general los recursos tecnológicos de apoyo de diagnóstico se ubican en el nivel hospitalario. Esta situación trae como consecuencia, además de afectaciones para los pacientes, quienes tienen que estar acudiendo a diferentes unidades médicas, el encarecimiento del servicio. Al mismo tiempo, la infraestructura está subutilizada debido a que se tienen horarios de atención limitados. (Programa sectorial de salud 2013- 2018), sin contar la atención, que según documento del Observatorio del Desempeño Hospitalario 2011 (instancia en la que participan todas las instituciones de salud en el país como la Secretaría de Salud, el IMSS, ISSSTE, PEMEX, DIF, Secretaría de Marina, SEDENA) dice, “En términos generales, el tiempo total que una persona debe esperar para tener una cirugía electiva desde que se pone en contacto con el sistema de salud es de 29.3 semanas, aunque este promedio es significativamente mayor en el caso de la atención de cataratas…, y más adelante señala …fue posible documentar que, durante la realización del estudio, uno de cada cinco pacientes (21%) hospitalizados tenía una infección adquirida en el hospital, con diferencias mínimas entre las tres principales instituciones de salud”’. La cita habla por sí misma. Las proyecciones oficiales para 2030 estiman una población de 120.9 millones con una tasa de crecimiento anual de 0.69%. El desarrollo demográfico reciente de México se caracteriza por un descenso de la mortalidad general , un incremento en la esperanza de vida de 34 años en 1930 a 75.1 años en 2008 y una disminución de la fecundidad de siete hijos por mujer en edad reproductiva en los años sesenta a 2.1 en 2013. Estos tres fenómenos han dado lugar a un envejecimiento poblacional que supone una participación creciente de los adultos mayores en la estructura de la población. Sin embargo, ese incremento en la esperanza de vida ha servido solamente como pretexto para aumentar el número de años que un trabajador debe laborar para poder jubilarse, más años aún de explotación después de una vida de trabajo para después recibir una pensión que es más bien una limosna y la cual para sobrevivir debe completarse cubriendo “fuentes de empleo” sin salario, sea como “cerillos” en cadenas comerciales o en labores de intendencia en las instalaciones del metro cuando no obligados a vivir de la caridad pública o de los programas oficiales que invariablemente son usados con fines clientelares, más aún, la entrega de los fondos de pensiones a la iniciativa privada mediante las llamadas afores para la especulación financiera no garantiza un mayor fondo de retiro para quienes merecerían la posibilidad de una vida plena una vez acabada su etapa laboral. Aunque más allá de los datos y las cifras tenemos la seguridad de que, al igual que muchas otras cosas, la salud es un algo que debe conquistarse, que hay que recuperarla como un bien que nos pertenece a todos , revalorarla como un derecho que nos corresponde y que nos ha sido arrebatado ya que hoy por hoy no existe, aunque pensándolo bien nunca ha existido, el interés del poderoso por garantizar las condiciones mínimas para la reproducción de la fuerza de trabajo, estamos ciertos de que para los dueños del dinero no existimos, que los pobres somos prescindible, que estorbamos en el campo, que afeamos las ciudades es por eso que la lucha por la salud no es solo una lucha por la sobrevivencia, por evitar enfermedades es también y principalmente una lucha contra este sistema que nos ha sido impuesto llamado capitalismo un sistema que nos enferma, que permite que se inventen enfermedades para después segregar en nombre de ellas y para que algunos se enriquezcan con la cura, un sistema en el que esos algunos nos engañan sobre los alimentos naturales y nos obliga a consumir los alimentos procesados que sus industrias producen y que poco a poco nos van envenenando, que ha devastado el campo y agotado el agua y la ha contaminado y ahora se apropia de la existente y la embotella y nos obliga a comprarla para estar saludables, es por eso que la lucha por el trabajo y por la educación y por el agua y que todas las luchas son necesarias y forman parte de una sola, la lucha por la vida. Por eso, como organización consideramos que¡ garantizar la salud va más allá de procurar la ausencia de enfermedad en las comunidades, es por eso que intentamos generar las condiciones para que en los espacios de la organización, todos asumamos la lucha por la salud en el más amplio sentido de la palabra, tal como hemos asumido la seguridad y la educación y la cultura, sabiendo que la conciencia y el cambio empieza en el individuo pero que ese cambio se hace pensando en el bien colectivo. Durante años hemos procurado erradicar no solo las afecciones físicas sino también a las psicosociales que es decir, erradicar la violencia contra el más débil dentro y fuera de la familia, la discriminación, el individualismo y todas las taras que nos han imbuido desde niños. Consideramos que las comunidades deben crear los mecanismos que le permitan que cada uno de sus miembros vivan, convivan y se desarrollen en espacios sanos, espacios en donde la higiene, la sanidad, las enfermedades, los posibles riesgos para la salud y los problemas sociales sean controlados y saneados con la participación de la misma comunidad por todo eso y más es necesario que trabajemos un proyecto de salud que se vincule al proyecto de cultura al de justicia, al de autonomía, al poder popular ya que todos estos son también procesos de educación, de invención, de reapropiación, por lo tanto creemos debe regirse por los tres ejes de trabajo definidos para nuestro proyecto de cultura.
Debemos trabajar también sobre cinco líneas nuestro proyecto:
Es importante recordar que estos esfuerzos no son nuevos, que la preocupación por mejorar las condiciones de salud en nuestra organización han sido constantes, un ejemplo de esto es que en la comunidad de Acapatzingo entre los años 2001 y 2005 se desarrollaron, con la participación de otros colectivos, talleres, cursos de formación y otros esfuerzos como el que denominamos Ferias de la Salud en la que, en un solo día, por medio de stands, se desarrollaban actividades y pláticas como: nutrición y preparación de alimentos, autoexploración y detección de cáncer de mama, sobre hipertensión y diabetes, toma de signos vitales, prevención de enfermedades de transmisión sexual, plática sobre cáncer cérvico uterino y colposcopía, atención dental, videos sobre la salud, anticoncepción de emergencia y métodos anticonceptivos y salud emocional y adicciones, entre otras cosas, en estas, distintos compañeros de la comunidad eran capacitados para desarrollar estas tareas, se levantaron algunos censos de población que nos permitieron generar un diagnóstico sobre la composición de la comunidad y los padecimientos más comunes lo cual nos permitió pensar que teníamos la base necesaria para empezar a trabajar en la prevención y atención de los mismos, sin embargo, habría que reconocer que no pudimos consolidar una comisión de salud, pero si algo nos caracteriza es la necedad, el no darnos por vencidos y así entendimos que nos faltaba un proyecto que fuimos afinando poco a poco y eso ha logrado que hoy en día mucha de esta historia se retome en Pantitlán y en Tláhuac, pero también que tratemos de corregir nuestros errores y que en todas nuestras comunidades se desarrollen actividades similares así como una mejor capacitación para las y les compañeros que componen hoy las comisiones de Salud en las distintas regiones sin embargo consideramos como prioridad alcanzar los siguientes objetivos.
|
Copyleft OPFVII 2020BuzzTheme